#

Programas - Testimonios

#

NALO ENRIQUE QUIROZ (INTERNO)

Durante catorce años Nalo Enrique Quiroz permaneció recluido en la penitenciaría La Dorada, de Colombia. Allí pudo aprender en sí mismo el bello y transformador impacto del perdón, y decidió compartirlo. “A los 17 años escogí mal los caminos y conviví con la delincuencia. Fui jefe de una banday tuve muchos problemas. Yo era un peligro, robaba y con los amigos que tenía, hicimos bastantes maldades. La verdad es que no me enorgullezco, estoy muy arrepentido de haber hecho tanto daño, de lo equivocado que estaba”.

Asaltante... y asesino

Nacido en la andina ciudad de Itaguí, cercana a Medellín, Nalo recuerda que el punto de quiebre con la familia y la sociedad ocurrió en su adolescencia. Dejó su afición al futbol y se dejó arrastrar por algunos de sus hermanos hacia el mundo de la delincuencia pandillera.

Compartir:
#

LUZ (ESPOSA DE UN INTERNO):

"En un comienzo me sentí desamparada y sola sin el auxilio de mi esposo, puesto que él era la única persona que respondía por nosotros. Sentí un apoyo inmenso son unas personas maravillosas nos ayudan en cuanto a cursos para salir adelante, el apoyo que le dan a nuestros hijos puesto que ellos están conociendo la cárcel como si en el mañana eso llegará a ser su segundo hogar y a mi como madre me parece terrible esa situación, entonces contamos con ellos para evitar que esto vaya a suceder más adelante. Hemos recibido varios cursos de capacitación, personalmente recibí el de manejo de máquinas al haber iniciado este curso pude conseguir un empleo para así mismo poder ver por mis hijos. Quiero agradecer a la pastoral por compartirnos este sueño que beneficiará a muchas familias así como lo hizo conmigo."

Compartir:
#

GIOVANI (INTERNO):

"Yo estuve detenido en la cárcel Picota por un periodo de 18 meses, mi estadía en la Cárcel Picota pues fue una estadía no agradable, pero gracias a Dios encontré la ayuda de Pastoral Penitenciaria, ellos me ayudaron a orientar pues mi vida no estaba muy bien que digamos, no era la primera vez que entraba en la cárcel; escuché los consejos que daban, hablaban mucho de Dios y empecé a hacer mi primera comunión que no la había hecho. A partir de las clases que vi, nos daban clases de superación y nos subieron la autoestima mucho. Hay que buscar la ayuda de gente que realmente nos pueda ofrecer algo, nos pueda ofrecer moral para cambiar y que nos enseñe que en la vida hay que cumplir los sueños que tenemos."

Compartir:
#

MARCELO (INTERNO ITALIANO):

“Estoy aquí en Colombia porque estuve en la cárcel dos años, dure un año en La Modelo y después otro año más o menos en La Picota y cuando recobre mi libertad tuve la ocasión de conocer a la pastoral penitenciaria que me ayudo mucho porque yo cuando salí no tenia apoyo de ninguno, no sabia donde vivir porque me tocaba quedarme aquí otro año en libertad condicional. Así como yo hay muchos otros extranjeros en la cárcel que necesitan también la ayuda de esta institución que se llama Casa Pastoral Penitenciaria”

Compartir:
#

LAURA (HIJA DE UN INTERNO):

“Cuando vamos a la pastoral nos dan regalos y jugamos y mi mamá se siente mejor porque hay un lugar donde nos apoyan y nos dan cariño. Cuando nos sentimos enfermos podemos ir a la pastoral porque hay odontología y hay enfermería y mi mamá se siente mejor con el cuidado de nosotros.”

Compartir:
#

APOSTOLADO DE VIDA

Próximamente...

¿QUIERES HACER TU DONACIÓN?

Ayudar es muy fácil